“La ciencia ficción te permite explorar nuevas sociedades y nuevas apuestas políticas”
Hoy, día del orgullo “freak”, hablamos con Judit Terradellas y Sergio Pérez, impulsores de la editorial especializada en ciencia ficción, fantasía y terror en catalán Mai Més, un proyecto que no hace a ascos a reivindicarse como tal.
¿Qué es lo que os motiva a fundar la editorial Mai Més?
Judit Terradellas: Nosotros hace años que trabajamos en el mundo editorial haciendo libros “normies” [un término inglés que designa aquello más accesible para el gran público]. Y vemos que en castellano sí se hacen traducciones de los libros que nostros leíamos en inglés y que no se encontraban en catalán. Otras editoriales como Raig Verd o Males Herbes habían traducido obras de Ursula K. Leguin o Ray Bradbury y alguna otra gran editorial títulos más concretos, pero también veíamos que no existía el homólogo catalán especializado en este género, com sí existen empresas como Insólita en el ámbito castellanohablante. Esto es lo que nos hizo decidir a emprender nuestro proyecto.
Sergio Pérez: Se dice que aquí los géneros de la ciencia ficción, la fantasía y el terror no funcionan mucho, que no tienen adeptos. Nosotros ya habíamos constatado que no es así. En Barcelona hay todo el triángulo freak [varias manzanas de edificios con tiendas dedicadas al cómic y al coleccionismo cerca del Arco de Triunfo], el Salón del Cómic y el Salón del Manga. Y todo funciona muy bien. Creemos que el tejido está, pero que lo que pasa es que no se está articulando alrededor del catalán. Nos preguntábamos si con una buena oferta en catalán habría migraciones.
De hecho, ya existen proyectos como la Societat Catalana de Ciència Ficció i Fantasia (SCCFF). Entiendo que vosotros ya erais parte de ello…
JT: Estamos muy implicados en esta comunidad. Participamos de la segunda CatCon, y también estamos involucrados en portales como El Biblionauta o Les Rades Grises. Con ellos tenemos lazos y hacemos alianzas. Nuestro miedo era que los aficionados al género no hicieran el paso al catalán. Pero lo que hemos visto es que sí, que si das esta oferta la gente responde a paser de que existen muchas alternativas en castellano y se cambia fácilmente de idioma.
SP: Hemos superado nuestras previsiones. Lo que no quiere decir que estemos vendiendo muchos libros, sino que hay mucha gente que hacía años que no leía en catalán, porque el tipo de literatura que había no le gustaba, pero que cuando ha encontrado obras que sí les interesaban han hecho el salto.
Os definís como una editorial ‘freak’…
SP: Es una palabra que no quiere decir nada. En inglés significa “monstruo”, y ahí tiene un sentido más peyorativo, por lo que utilizan el término “geek”. Aquí la connotación que tiene es más suave, refiere a una persona apasionada por ciertas temáticas, seguidores de la serie Juego de Tronos, de la Guerra de les Galaxias, de El Señor de los Anillos, de los vídeojuegos… De toda una serie de subculturas, ciertos tipos de contenido como Bola de Dragón. Lo decimos abiertamente: somos “freaks”, porque somos conscientes que en Catalunya has de renunciar a ciertas etiquetas porque están mal vistas. Parece que tengas poco nivel. Y decirlo desde el primer momento y no renunciar a ello es una manera de no esconderlo. Somos “freaks” y no hay ningún problema en ello.
JT: Reclamamos una cultura “freak” en catalán.
Al principio me poníais de ejemplo dos autores canónicos del género de la ciencia ficción como son Bradbury y Leguin, pero no es lo que ofrecéis vosotros. Os situáis en un cierto underground, ¿no?
JT: Nosotros tenemos una sección de clásicos modernos con autores como Octavia Butler o China Miéville, pero echamos de menos autores más actuales. Publicaciones en catalán de autoras y autores que se publican en los EE.UU. vinculados al mundo de los vídeojuegos como Cassandra Khaw, de las que se puede hacer una serie de televisión, nominados a los premios Hugo o Nebula que aquí no teníamos. En este sentido sí hacemos una apuesta, y hemos hecho una apuesta más allá del catalán pues, por ejemplo, Khaw y Rebecca Roanhorse no están publicados en castellano. O novelas menores como la de Tade Thompson no llegan ni en castellano. Es aquí donde vamos.
SP: Aunque es cierto que autores como Khaw realmente son más underground, también lo es que autores con más prestigio como Miéville aquí no son conocidos y nos parecen underground, pero fuera de nuestro ámbito lo son, y mucho. Y próximamente publicaremos una obra de Ted Chiang, Recull de contes d’Exhalació, que el año pasado fue escogida como una de las diez lecturas imprescindibles del año y es una de las preferidas de Barack Obama. Cosa que de underground tiene poco, aunque es verdad que en un ambiente literario tan poco abierto a este tipo de literatura lo pueda parecer.
¿Por qué la referencia al cuento de El Cuervo de Edgar Allan Poe en el nombre de vuestra editorial? No acaba de ser una referencia “freak” tal y como la estamos definiendo ahora.
JT: Cuando buscábamos nombre teníamos varios candidatos. Escogimos “Mai Més” como una forma de proclamar “que no vuelva a pasar nunca que no tengamos libros actuales en literatura de ciencia ficción, fantasía y terror en catalán”. También nos permite invocar otras cosas como el país de Nunca Jamás de Peter Pan, y el logotipo es un homenaje a Ray Bradbury [por su obra Fahrenheit 451, una distopía en la que el hilo conductor es la quema de libros]. Creemos que este nombre nos permitía reclamar aquello que hasta el momento no encontrábamos en el panorama catalán.
SP: Mientras escogíamos el nombre asistíamos a unas tutorías del Ayuntamiento de Barcelona para sostener proyectos culturales y siempre nos decían que no hiciéramos libros. Y en broma nos dijimos: “¡Nunca más libros!”. Y de ahí la referencia, que no nos es tan ajena desde que también tocamos el género del terror.
JT: Fue una provocación. Una respuesta a toda la gente que venía de la editorial RBA a las tutorías de Barcelona Activa que nos dijo que no nos dedicáramos a los libros y a los que les decíamos que es lo que siempre habíamos hechos y lo que sabíamos hacer.
Pero no solo estáis comprometidos con estos géneros literarios y con aventuras empresariales imposibles. También os declaráis feministas, integradores, ecologistas, “queer”… ¿Cómo ligáis este compromiso político a vuestra actividad editorial?
SP: Creemos que es un compromiso casi inherente en los géneros que tratamos. Sobretodo en la ciencia ficción, pero en la fantasía y el terror también: en todos ellos hay un análisis profundo de nuestra sociedad. No hacemos libros para hacernos ricos ni como un gran proyecto empresarial y económico, sino por vocación. Y cuando haces una cosa por vocación ya te planteas cómo ayuda este proyecto a construir una sociedad mejor. Las temáticas de las migraciones o la emergencia climática son temáticas que están tratando los autores actuales y podríamos no reivindicarlas o ir de cara y hacerlo.
JT: Es necesario reclamar estas etiquetas. Forma parte de nosotros, es nuestro punto de vista y son importantes para cambiar nuestra sociedad. Las autoras y autores que ahora mismo escriben este tipo de literatura ya van en esta dirección. La ciencia ficción te permite explorar nuevas sociedades y nuevas apuestas políticas. Y hay muchas autoras, lo que te permite adentrarte en el punto de vista del feminismo.
SP: Esto lo ha comentado la misma Laura Huerga de Raig Verd: Ursula K. Leguin revindicaba la calidad evasiva de esta literatura. Te permite librarte durante un tiempo de tu propia realidad. Esta es una de las funciones que reivindicamos de esta literatura.
¿Quienes son los valores catalanes emergentes en estos géneros?
JT: Antologías como la de Extraordinàries de Males Herbes demuestran que hay mucho talento.
SP: Tienes a Irene Solà, que ahora está sonando por todos lados. A Elisenda Solsona, Salvador Macip, Marc Pastor… Y si miras atrás también está Sánchez-Pinyol con La pell freda…
JT: Manuel de Pedrolo… Sí que hay una tradición a la que el canon le ha dado la espalda…
SP: Que no se había reivindicado como género sino como literatura en general. Pero sí que tenemos buenas historias.
Y para acabar ¿Por qué os registrasteis en el dominio .cat?
SP: Si tenemos que definir de forma breve nuestro proyecto es de la siguiente forma: géneros fantásticos en catalán. Así que cuando fuímos a buscar el dominio el de .cat fue la primera opción y la que entendíamos que funcionaría mejor para nuestro público objetivo.